Tú eres una fuente de Creación: La Elección es lo que crea tu vida.

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Elegir crecer, es un acto de amor propio en nuestro espiral evolutivo personal y una contribución proconsciencia que suma al colectivo para ir juntos al servicio del presente, en la vida, con el planeta. 

Elegir crecer, es honrar lo que fue y lo que no ha sido, es un compromiso con las nuevas formas, inéditas conexiones de vida para ir más allá de esta realidad y sintonizar con la audiencia del futuro.

Sin embargo, no puede existir la elección sin el impulso de la pregunta.

La Pregunta es una herramienta que nos brinda toda la posibilidad de elegir lo nuevo, salir de lo conocido, desafiando nuestra percepción enquistada en los puntos de vista que emergen de los programas mentales y sistemas de creencias establecidos primordialmente en nuestra infancia, del reservorio de imágenes internas.  La pregunta en sí misma es un potenciador diferencial de lo establecido.

No siempre elegir desde lo conocido es expansivo, puede seguirse eligiendo anticonsciencia, una lealtad que no permita la libertad sino la repetición, una promesa, una invención, un juicio que no esté a tu favor, de forma inconsciente desde la fidelidad, desde el amor ciego infantil.

¿Cómo hacemos la pregunta para la elección de lo nuevo? La Pregunta la hacemos desde el espacio de “No Control,” libre de expectativas, para crear más consciencia y no desde la búsqueda de las respuestas.

En la mirada sistémica, disciplina terapéutica de las Constelaciones Familiares, la pregunta es un recurso para la actualización de la BUENA CONSCIENCIA hacia la mirada del adulto cuántico. Genera el espacio para acceder a nuestra potencia y poder hacia el autodescubrimiento e ir a la fuente de nuestro origen, ADN HOLOGRAMA. Ser potencia existencial en vez de destino, romper con la repetición inconsciente de patrones en supervivencia resultado de una mimetización de la realidad de otro, que asumimos propia, distorsionando nuestro ser auténtico. ¿Qué tomaría descubrir un nuevo espacio de mí, que al reconocer lo nuevo, me llevaría a una actualización de lo que pienso que soy y encontraría una fuerza esencial de estar en la vida, sentirme realmente vivo , en capacidad infinita de creación? ¿Qué más puedo elegir ahora, que no he elegido antes, que, si lo elijo, actualizará toda mi realidad y movilizará mi sistema familiar a un nuevo status quo?

¿Puedo con el costo del juicio de los demás y mi propio juicio, de dar el paso hacia lo nuevo?

La Buena Consciencia es el espacio de Juicios, invenciones, mentiras, agendas ocultas que generan densidad de la realidad y “garantizan” nuestra supervivencia en los momentos difíciles; muchas veces para pertenecer sacrificamos nuestro saber, sentir, percibir y recibir. Este espacio de elección genera la separatividad de mi relación conmigo, con otros, con el mundo y la vida, por no poder acceder a mi Ser auténtico.  Como consecuencia la capacidad de elegir se ve mermada. Todo lo que rechazamos nos retiene y de todo lo que rechazamos, no lo podemos recibir. A menor capacidad de elegir y recibir, menos fluido es nuestro avance hacia la fuente de infinitas posibilidades. 

La consciencia Universal lo abarca todo y no excluye. La energía de los nuevos inicios requiere un espacio libre de juicios. Ir a la energía de la Mala Consciencia en vez de la fidelidad de los mapas.

Ir a la Mala Consciencia requiere:

  • Estar desde el Adulto y elegir estar dispuesto, receptivo a la energía de los nuevos comienzos a lo diferente. 
  • Demanda el esfuerzo de explorar lo desconocido con el coraje de encarnar nuestra subjetividad, unicidad, libertad y autonomía.
  • Demanda explorar nuestra vulnerabilidad también explorando nuestro otro polo de Fortaleza. La fortaleza de nuestra Vulnerabilidad, sin resistirse desde la humildad de estar en orden interno.
  • Poner el pasado al servicio del presente, las memorias como recursos para el futuro.
  • Poner ante nosotros y otros, lo que ocultamos inconsciente o conscientemente, sostenerlo hasta transformarlo, darle una mejor forma de lo individual a lo colectivo en una búsqueda transpersonal, al servicio del presente y todo lo que sigue. Es aquí donde el actuar también en la elección emerge como la materialización de la nueva consciencia.

La MALA CONSCIENCIA con consciencia universal es cuando ya sentimos ligereza y gozo en nuestras elecciones responsables, ante las consecuencias de nuestras acciones. 

Para trascender el paso de la turbulencia de imágenes internas, necesitamos:

Fe determinación donde requerimos estar arraigados y empoderados en nuestro saber. El ¡Sí a la vida! nos conecta a nuestra espiritualidad como recurso de las emociones que transforman (gratitud, amor, bondad, paz, calma y armonía) y ser la invitación de lo nuevo, invitar esa energía y abrir espacio para sumar un nuevo status quo, en la esfera personal.

Atender y conectar con la energía de nuestro Yo Niño Sano que tiene recursos que pueden ser útiles para ir en comunión con él. En el caso del otro polo caminar hacia la reconciliación del Niño Herido en un movimiento sincero y comprometido hacia a una nueva realidad; la herida la sanamos con consciencia y desde nuestro Adulto. Es el Adulto que eres hoy, con todo lo que fue y todo lo que tienes, quién puede atender a su Niño interior. ¿Qué eliges ahora? Mirar, reconocer, empoderar, reconciliar, fusionar y accionar.

¡Siendo la pregunta, sigue eligiendo!

En gratitud y amor,

En resonancia con el crecimiento desde los patrones armónicos los abrazo,

Psicoterapeuta Gestalt

Consteladora Familiar

@tizianadisilvio

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