Un cuerpo de mujer vibrando en el amor, en transformación. Un vientre tejiendo una delicada colcha para recibir la nueva vida, y ofrecerle comodidad y seguridad hasta el momento de nacer. Desde ese instante, en ese cuerpo, latirán al unísono dos corazones, habrá un compartir de aire, nutrientes, y sensaciones, serán solo uno.
El vínculo que recién comienza entre esa mujer, que es la madre, y el minúsculo ser, -el hijo-, que se gesta en su vientre, será para siempre. Ella le dará el regalo de la vida y, él o ella, lo tomará para hacer lo que crea conveniente cuando tenga conciencia del valor de su existencia.
Ser madre va más allá del concepto que ofrecen los diccionarios. La madre, la mamá, la mater, la mamma, recibe la semilla del hombre para reproducir la especie, por lo tanto, es generadora de vida, de alimento, de enseñanzas, de compañía, de afectos, de solidaridad, de amor infinito. Al nacer nutre con la leche de su pecho, con su mirada, con sus caricias, sus cuidados, se es uno con ella.
La madre también representa el disfrute, el éxito y el dinero, y a su vez, la propia maternidad, que va más allá de ser madre de hijos vivos, en este ámbito es importante reconocer como madres a las mujeres que han tenido pérdidas de niños en gestación, a las que crían y cuidan niños y a las que conciben y llevan adelante proyectos de vida.
En el vientre materno
Para Bert Hellinger, padre de las Constelaciones Familiares, la relación con la madre es uno de los vínculos más importantes y complejos que tiene durante su existencia el ser humano. Con ella vivimos el primer acercamiento a la vida, y luego del nacimiento, es la que otorga, junto al padre, la confianza básica para relacionarnos en el mundo.
Antes de nacer, el bebe recibe en el vientre materno las sensaciones transmitidas por las emociones que a lo largo del día, semanas y meses vive su madre, y también percibe con amor ancestral a su madre y al sistema familiar al que pertenece, al que le debe la vida, y desde esa percepción, desde su nacimiento el bebé hará lo posible por salvar a su sistema familiar, de las historias dolorosas que encierra el alma familiar, en especial las experimentadas por su madre.
Gracias, gracias
El pilar fundamental en la práctica de Terapia Sistémica y Constelaciones Familiares, es el agradecimiento, amor y honra a la madre, no solo por dar el regalo invalorable de la vida, sino por relacionarnos y mostrarnos el mundo. Su influencia es vital en la comunicación con los otros, razón por lo cual es necesario mirarla, acercarse y resolver los conflictos con ella.
Para lograrlo hay que mirar a la madre desde nuestro corazón, agradecerle, y aceptarla tal cual es. Es necesario conectar con frustraciones, dolores, rabias y miedos. Sin ello, es imposible que el agradecimiento hacia ella sea genuino. Una de las formas de comprender este proceso es conociendo su historia. Ella hizo lo mejor que pudo con los recursos emocionales que tenía. Muchas veces, dejó de lado sus propias emociones para apoyar el crecimiento de una nueva vida.
En constelaciones familiares se trabajan frases sanadoras que plantean para tomar a nuestra madre cuál fue, tal cual es, sin la expectativa inconsciente de pensar en cómo hubiese sido de habernos criado de una forma distinta. Es momento de entender que nuestra madre nos dio todo lo pudo, lo que faltó hay que buscarlo y resolverlo como adultos.
Mayo, mes de las madres, es propicio para celebrar, agradecer, mirar y aceptar con amor a nuestra madre.
NGS